Cuando lo tradicional se encuentra con lo delicioso

¿Cupcakes de horchata? ¿pan de jamaica? ¿mermelada de guayaba? ¿pasta con aceite de chile? Sí, no son ingredientes de un cuento de Hansel y Gretel. Nosotros, los que hacemos cocina tenemos la hermosa cualidad de hacer nuevos sabores con ingredientes tradicionales.

¿Se imaginan que todo fuera siempre igual? Lo sabemos, hay cosas que por los siglos de los siglos han permanecido deliciosas, una buena manzana en su estado más natural es deliciosa, ¿y si le añadimos algo de masa de hojaldre, canela, azúcar y un horno?

Cierto, muchas veces no sale a la primera, llegar a nuestro pan de jamaica nos tomó por ahí de 64 intentos, cambiamos de queso, de masa, le pusimos leche, le quitamos leche, añadimos levadura, quitamos harina, tal vez una pizca de azúcar, no, no, terrible, quítale azúcar, y si a la jamaica le ponemos un toquecito de vino, uy no, no estuvo padre, ah, mira, con queso gouda, mmm parece que ya va tomando forma, a ver, intenta con algo más ácido, ah, esto sí esta rico, en el pan 60 ya nos quería dar el franco telele. Ya parecía necedad de la jefa, que quería hacer pan de jamaica, ¿pero dónde habrá oído hablar de eso?

Cuando le preguntamos por qué insistía tanto en algo que no se había hecho y que claramente no estaba resultando, su respuesta fue que uno podía hacer muchas cosas y fracasar, pero que no podríamos quedarnos con la duda del "si lo hubiéramos hecho."

Como que con eso nos picó el orgullo, un par de semanas, cuando ya nos veíamos haciendo la prueba 66 en adelante, sacamos del horno lo que es hasta ahora nuestra receta más coqueta, la 65, el #pandejamaica